Todos los residuos vegetales son compostables, no así los residuos animales como restos de carne, lácteos o aceites.
Algunos de los residuos que pueden arrojarse al compost son:
- Hojas secas, pasto cortado y otros residuos vegetales del jardín
- Aserrín
- Ceniza
- Cáscaras de frutas y verduras
- Fruta hechada a perder
- Plumas
- Cáscaras de huevos
- Semillas y carozos
- Bosta de caballo o de vaca
- Pelo
- Uñas cortadas
- Polvo que se junta al barrer, o de la bolsa de la aspiradora
- Café
- Saquitos de té
- Yerba mate